segunda-feira, junho 17, 2002

TODA A DOR QUE A INVEJA POSSA CAUSAR

Reportagem do jornal portenho, La Nacion online

KOBE, Japón.- No hubo samba para marcar el ritmo de
este Brasil descafeinado. En cualquier caso, donde
no hubo ni baile ni un compás característico, la
cadencia se acercó más al reggae del juez
jamaiquino Peter Prendergast, responsable de otro
escándalo arbitral que, en definitiva, sumó para
que Brasil, con la camiseta, pasara a los cuartos
de final
.

El único conjunto latinoamericano que sigue en la
Copa del Mundo superó por 2 a 0 a un compacto
Bélgica, que no mereció ni por asomo tamaña
desconsideración resultadista hacia su juego
.

Es que Brasil no fue más que su adversario. Ganó
por historia y tradición más que por superioridad
futbolística
.

Y cuando lo necesitó, contó con la ayuda del juez,
como en el debut, ante Turquía. Esta vez, cuando el
resultado marcaba un cerradísimo 0 a 0, Prendergast
le anuló un gol a Wilmots vaya a saber uno por qué:
no hubo ni falta del delantero ni offside. Pero el
gol no se convalidó...

En la segunda parte, como para sumar un poco de
suerte, Rivaldo marcó el gol del desequilibrio con
un zurdazo, luego de que la pelota se desvió en
Simons y descolocó al arquero De Vlieger. (...)


Hahahaha!

Poderia dar raiva. Mas não. No fundo fico com um sorriso satisfatório no rosto.
Isso é bom pra gente lembrar que raça escrota é essa. É impressionante a arrogância e o despeito desse povinho. E me refiro mais aos portenhos mesmo. O argentino do interior é gente boa. E por sinal, também odeiam os portenhos. É sério.

Preparem-se. Da próxima vez que a TV mostrar imagens da desgraça argentina, abra um bom vinho chileno e brinde
.

HERMANOS: TODO EL DOLOR QUE HAGA EN ESTA VIDA!